Una mujer norteamericana que destacó en el mundo de toro en la década de los cincuenta fue Bette Ford, nacida un 24 de junio de 1937 en McKeesport, Pennsylvania, Su carrera comenzó como modelo y actriz, pasando posteriormente a interesarse por las corridas de toros, convirtiéndose en la primer torero americano que actuaba en la Plaza México, haciendo historia para los Estados Unidos.

En 2007, Bette fue reconocida en el Salón de la Fama de McKeesport como una más de los 70
grandes héroes del deporte americano y, tanto el McKeesport Heritage Museum como el Museo del Capitolio de Harrisburg Estado, incluyen a Bette como una de las grandes figuras de América.