En un emotivo acto en Salamanca, el torero peruano comparte su pasión y visión sobre el futuro del toreo ante un teatro lleno de jóvenes aficionados.
Ndp.- Salamanca, 22 de marzo de 2024- Salamanca se convirtió en testigo de un momento único en la historia de la tauromaquia contemporánea cuando Andrés Roca Rey, el fenómeno peruano del toreo, capturó el corazón de cientos de jóvenes en una entrevista cargada de sinceridad y profundidad. Bajo la organización de la Juventud Taurina de Salamanca y la moderación magistral de Karina Sainz, el diestro compartió sus perspectivas sobre el papel crucial que juega la nueva generación en el futuro del arte taurino.
Vistiendo un estilo que desafía los
convencionales del toreo, Roca Rey no solo demostró ser un ícono de estilo sino también de pensamiento. “Me motiva ver las plazas llenas de jóvenes. Eso hace que cada vez nos respeten más”, expresó, subrayando el dinamismo y la vitalidad que los jóvenes aportan a este milenario espectáculo.El evento, que congregó a unas cuatrocientas personas en el teatro Liceo, fue una clara muestra del interés que despierta Roca Rey más allá de los límites tradicionales de la tauromaquia. “Que haya jóvenes en las plazas me motiva más que nada. Es importante para ustedes, para mí, para la tauromaquia y para que este mundo vaya a más”, destacó el matador, haciendo énfasis en el poder de la juventud para revigorizar y perpetuar la pasión por el toreo.
Durante el acto, Andrés no solo abordó temas de relevancia personal sino que también desveló la esencia de su coraje frente al toro. “Cuando uno está dispuesto a todo, incluso a dejarte tu vida delante de un toro, ya no te da miedo nada más… Eso lo he sentido dos veces en mi vida”, compartió, revelando la intensidad y la trascendencia de sus experiencias en el ruedo.
A sus 27 años, Roca Rey se adentra en las complejidades de su carrera y vida con una madurez que inspira. Habló de la soledad como una compañera de viaje, ofreciendo una ventana a su introspección: “Pasé momentos en los que no quería estar solo, tanto miedo me daba que hasta hice amigos que no tenían porque serlo. Empecé a ser más feliz cuando descubrí que la soledad es una oportunidad que te da la vida para hacer lo que tú quieras, para conocerte”.
Durante la charla, Roca Rey se adentró en aspectos profundamente personales y filosóficos del toreo. "El traje de luces es muy transparente. Aunque la gente ve las luces, también puede ver las sombras. El momento por el que pasas personalmente, las cosas que te afectan, la presión que llevas ese día, los miedos que te aterran...", reveló, ofreciendo una mirada íntima a la vulnerabilidad que acompaña a los artistas en la arena.La conversación tomó un giro introspectivo cuando Karina Sainz interpuso un ejemplo de Salvador Dalí sobre el proceso creativo en el arte. A esto, Roca Rey respondió: “Como en todo arte, primero hay que conocer las bases para después poder destruirlas. En el arte primero hay que destruir para después volver a crear", reflejando su entendimiento del toreo como una forma de arte que demanda tanto respeto por la tradición como la valentía para reinventarse.
Este encuentro en Salamanca no solo
resaltó a Andrés Roca Rey como un torero de insuperable talento sino también como una voz líder en la búsqueda de un futuro brillante para la tauromaquia, un futuro que, gracias a figuras como él, parece estar en buenas manos.Fotografias, créditos: LA GACETA (MANUEL LAYA)
Para más información y consultas de prensa, por favor, póngase en contacto con:
José Ramón Lozano
jrlozano@teseocomunicacion.es