jueves 28 de julio de 2011
El triunfador fue el niño torero venezolano, quien a sus 13 años demostró su evolución tanto en la muleta como en la suerte suprema. A su primer novillo lo templó bien en repetidas series de derechazos echándose a matar hasta salir rebotado de entre los cuernos del animal. Con el segundo también hizo una variada faena de muleta, interpretó buenos naturales y lo mató de volapié. Cortó una oreja a cada uno de sus oponentes y salió a hombros de la plaza, rodeado de entusiastas niños taurinos.
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