El 30 de enero del 2016 la Plaza de Toros de Acho cumple 250 años de fundada, desde la primera vez que abrió sus puertas a la afición de Lima, del Perú y del mundo.
Desde la primera vez que abrió sus puertas para realizar la primera corrida de toros, en donde contó con la presencia del virrey Manuel de Amat y Juniet, quien estableció que las ganancias obtenidas se destinen a obras benéficas a favor de hospicios y hospitales, mandato que se cumple en la actualidad.
Esta monumental pieza arquitectónica, la tercera más antigua del mundo, conocida entonces con el nombre Plaza Firme del Hacho, está situada en el distrito del Rímac, al pie del cerro San Cristóbal.
Allí se han realizado innumerables y afamadas faenas con los mejores matadores del mundo, convirtiendo al Perú en protagonista entre los países que conservan la tradición de los toros.
La Plaza de Acho cuenta además con el Museo Taurino donde es posible encontrar óleos – entre los que destaca un auténtico Picasso –, dibujos, acuarelas, fotografías, trajes de toreros completos, cabezas de toro disecadas y toda la parafernalia de la Tauromaquia, la cual fue reunida gracias a las donaciones de varios coleccionistas.
En la actualidad la plaza pertenece a la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, que la adjudica todos los años a las empresas interesadas en realizar la Feria Taurina Señor de los Milagros actualmente administrada por la empresa CITOTUSA SA. La renta recaudada es destinada a la labor social que realiza en sus diez dependencias donde atiende niños, niñas, adolescentes, madres gestantes y adultos mayores que se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Es primordial recuperar los predios colindantes que conforman el barrio taurino. El distrito del Rímac, uno de los más pobres y descuidados de la capital. El deterioro de las viviendas junto con la inseguridad de la zona hacen imposible promoverla como destino turístico. El punto más crítico es el jirón Hualgayoc, donde se encuentra una de las puertas de ingreso a la plaza (sombra). Este jirón se extiende por dos cuadras y concluye en el Paseo de Aguas, a corta distancia de la Alameda de los Descalzos. Su recuperación contribuirá a formar un anillo turístico dentro del Rímac, que hoy no existe, a un nivel que genere un flujo elevado de turistas.
Se deben expropiar algunos predios colindantes en los jirones Hualgayoc y Cajamarca para obtener las áreas que se necesitan para el proyecto, y así brindar mayor comodidad a los visitantes. Un avance ha sido la Ley N° 29650, que autoriza expropiar un predio de 1,300 m2, donde se ubica el Mirador de Ingunza, que pasaría a formar parte de la Plaza de Acho.
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